Marca País Argentina

Marca País: reconoce como líder a Whiteboard Games en 2025

Sello de Origen, Pasaporte al Futuro: Cómo la “Marca País” de Whiteboard Games Simboliza la Madurez de la Industria Gamer Argentina

 

Más que un Logo, una Declaración de Principios para una industria

 

Marca País Argentina
Marca País Argentina

El 6 de agosto de 2025, un evento de aparente simplicidad administrativa marcó un hito significativo para el sector tecnológico y creativo de Argentina.

La desarrolladora de videojuegos Whiteboard Games fue distinguida por la Presidencia de la Nación con la prestigiosa licencia “Marca País” .

Este reconocimiento, si bien se manifiesta en un sello que acompañará las comunicaciones y productos de la empresa, trasciende lo meramente simbólico.

Representa un punto de inflexión crítico que evidencia la creciente madurez no solo de una compañía, sino de toda una industria que ha demostrado una resiliencia y un talento extraordinarios en un entorno de alta complejidad.

Este informe argumentará que la obtención de la Marca País por parte de Whiteboard Games no es un honor aislado, sino un activo estratégico multifacético. Funciona, por un lado, como un mecanismo para proyectar la identidad cultural argentina como una ventaja competitiva en el saturado mercado global del entretenimiento digital.

Por otro, y de manera crucial, opera como un generador de confianza y un mitigador de riesgo para el capital de inversión, un factor indispensable para escalar una industria caracterizada por su enorme potencial y sus significativos desafíos económicos.

Para deconstruir el verdadero alcance de este acontecimiento, el presente análisis se estructurará en cuatro secciones fundamentales. Primero, se trazará un perfil exhaustivo de Whiteboard Games, examinando su trayectoria desde un proyecto académico hasta convertirse en un actor reconocido internacionalmente.

Segundo, se analizará el valor estratégico de la Marca País como herramienta de política de Estado y generadora de capital intangible. Tercero, se realizará una radiografía del ecosistema de videojuegos argentino, utilizando datos actualizados para contextualizar el logro de Whiteboard Games dentro de una industria en plena ebullición.

Finalmente, se explorará la emergente y poderosa fusión entre la identidad nacional y el entretenimiento interactivo, un fenómeno que podría definir el futuro y la diferenciación de la producción argentina en el escenario mundial.

Whiteboard Games – Anatomía de un Protagonista Emergente

Para comprender la magnitud de la distinción otorgada, es imperativo analizar la anatomía de su receptor.

Whiteboard Games no es un caso fortuito; su historia, metodología y ambición encapsulan la evolución del talento creativo y técnico argentino, demostrando una capacidad notable para transformar el potencial académico en una empresa con proyección global.

Su trayectoria es un caso de estudio sobre la resiliencia, la profesionalización y la visión estratégica necesarias para competir desde Latinoamérica.

De la Tesis Universitaria a la Arena Global

El origen de Whiteboard Games se alinea con una narrativa poderosa y recurrente en el ecosistema tecnológico argentino: la incubación de talento en las aulas universitarias.

El estudio fue fundado oficialmente el 1 de marzo de 2020 , pero su génesis se remonta a un proyecto de tesis en la Escuela de Arte Multimedial Da Vinci para el que sería su primer título,

I See Red. Este punto de partida no es menor, ya que subraya una base de crecimiento orgánico, impulsada por el conocimiento y la pasión, en lugar de una estructura corporativa preexistente.

El informe del Observatorio de la Industria Argentina de Videojuegos destaca el rol fundamental de las instituciones educativas en la formación de los recursos humanos que nutren al sector.

Bajo el liderazgo de su presidente, Luciano Musella, el equipo transitó un camino de rápida expansión, pasando de ser un pequeño grupo de graduados a un estudio consolidado con 30 miembros.

Esta evolución se gestionó a través de un modelo de trabajo totalmente remoto, una decisión estratégica que no solo refleja las tendencias operativas modernas, sino que también ofrece una ventaja competitiva en términos de eficiencia de costos y acceso a talento a nivel nacional, un modelo particularmente adaptado al contexto económico argentino.

El recorrido de Whiteboard Games desde sus inicios académicos hasta convertirse en una empresa comercial con una treintena de empleados en pocos años ilustra un crecimiento ágil y exponencial.

Este desarrollo no fue accidental, sino una respuesta deliberada a los desafíos inherentes a la profesionalización.

Como admitieron en un testimonio, el equipo poseía las habilidades técnicas aprendidas en la universidad, pero carecía de experiencia práctica en la organización y dirección de equipos. Su éxito posterior demuestra una curva de aprendizaje acelerada en gestión de proyectos y negocios, un paso crucial que muchas startups no logran completar.

I See Red – La Carta de Presentación

Todo estudio emergente necesita una carta de presentación que valide su capacidad técnica y creativa. Para Whiteboard Games, esa carta fue I See Red.

El juego, un frenético roguelite twin-stick shooter, se distingue por un estilo artístico audaz que combina una paleta de blanco y negro con el rojo intenso de la sangre y la ira del protagonista. Esta propuesta visual única no pasó desapercibida y se convirtió en un pilar de su reconocimiento inicial.

El título acumuló una notable lista de galardones que funcionaron como sellos de validación internacional. Entre ellos destacan el premio al “Mejor Juego de MPVP” en la Exposición de Videojuegos Argentina (EVA) Play 2021 y el reconocimiento “Eye-Poppingly Beautiful” en el prestigioso Rogue Jam de IGN en 2022, un evento que le otorgó una visibilidad significativa en el mercado norteamericano.

Estos premios no son meras condecoraciones; en la industria del videojuego, son una prueba de concepto fundamental que abre las puertas a negociaciones con publishers e inversores.

La trayectoria comercial de I See Red es igualmente reveladora.

El estudio logró forjar alianzas estratégicas con editoriales internacionales, un desafío mayúsculo para los desarrolladores latinoamericanos. Primero, se asociaron con la alemana Gameforge para el lanzamiento en PC y, posteriormente, con la polaca RedDeer.Games para la adaptación y publicación en la consola Nintendo Switch.

Estas colaboraciones demuestran una capacidad sofisticada para navegar el complejo ecosistema de publicación global, gestionar negociaciones transfronterizas y cumplir con los exigentes estándares técnicos de múltiples plataformas.

La Ambición del “GOTY” y la Metodología Ágil

Lo que distingue a Whiteboard Games de muchos de sus pares no es solo su éxito inicial, sino la escala de su ambición futura. Luciano Musella ha declarado explícitamente que el objetivo para su próximo proyecto, de una escala mucho mayor, es “ir por el GOTY” (Game of the Year).

Esta no es una declaración trivial; es una manifestación de intenciones que señala una transición estratégica: de ser un estudio indie que produce títulos de nicho a convertirse en un desarrollador que aspira a competir en las más altas esferas del reconocimiento creativo y comercial.

Esta ambición está respaldada por una estructura de producción rigurosa y profesional.

El estudio opera bajo metodologías ágiles, con sprints de desarrollo, reuniones diarias (dailies) y testeos mensuales con todo el equipo para asegurar la cohesión y calidad del proyecto. La meticulosidad de su gestión quedó demostrada en el desarrollo de

I See Red, para el cual registraron más de 40,238 horas de trabajo en la plataforma Clockify, abarcando 12 áreas diferentes de producción. Este enfoque data-driven no solo optimiza sus procesos, sino que también se convierte en un argumento de venta invaluable para inversores, demostrando una disciplina operativa que va más allá del puro impulso creativo.

La trayectoria de Whiteboard Games encarna así un patrón de maduración clave para la industria tecnológica argentina.

El ciclo comienza con talento académico en bruto que, al enfrentarse al desafío de la gestión empresarial, adopta herramientas y metodologías profesionales para formalizar sus operaciones.

Este nuevo nivel de profesionalismo les permite obtener validación internacional a través de un primer producto exitoso.

Finalmente, apalancan esa credibilidad para alimentar una ambición mayor, moviéndose hacia arriba en la cadena de valor. Este camino no es solo la historia de un estudio; es un modelo replicable y una hoja de ruta para el crecimiento sostenible de todo el sector.

La Marca País – Deconstruyendo el Valor Estratégico de un Sello Oficial

Marca País Argentina

La licencia Marca País es mucho más que un logotipo. Para una empresa argentina que compite en el escenario global, representa una herramienta estratégica con múltiples capas de valor.

Analizarla implica ir más allá del diseño gráfico para comprender su función como política de Estado, como generador de capital intangible y como un activo que aborda directamente los desafíos y oportunidades específicos que enfrentan las compañías del país.

¿Qué es la Marca País Argentina? Concepto y Simbología

La Marca País Argentina se define como una política de Estado, un concepto clave que busca posicionar al país en el contexto internacional a través de sus factores diferenciales: su cultura, su talento, su capacidad productiva y sus destinos turísticos.

El Manual de Uso oficial subraya su carácter de “realidad permanente, no circunstancial, ajena a los objetivos particulares del gobierno y comprometida con los propósitos de la Nación”.

Esta declaración es fundamental, ya que intenta proyectar una imagen de estabilidad y compromiso a largo plazo, buscando actuar como un contrapeso a la percepción de volatilidad política y económica que a menudo afecta a Argentina.

El diseño del sello está cargado de un profundo simbolismo nacional, actuando como un identificador visual que condensa la identidad del país. La estructura del logo se basa en símbolos patrios de gran arraigo: el Sol de Mayo, ícono central e inequívoco de la nacionalidad; los colores de la bandera; y la escarapela como emblema de orgullo.

El diseño integra estos elementos en una cinta compuesta por 24 módulos, uno por cada distrito del país (23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), que se entrelazan en un recorrido envolvente.

Este diseño no solo es estético, sino que comunica un mensaje de federalismo, integración y unidad nacional bajo un mismo sol y una misma bandera. Para una empresa como Whiteboard Games, portar este sello no es simplemente una cuestión de branding, sino una alineación explícita con un proyecto estratégico nacional.

El Beneficio Intangible: Generador de Confianza y Mitigador de Riesgo

El valor más significativo de la Marca País reside en lo intangible. En un mercado donde la atracción de inversiones, especialmente las extranjeras, es un pilar para el crecimiento, la confianza es la moneda más valiosa.

La declaración de Luciano Musella es elocuente: “en un contexto donde atraer inversiones (…) depende en gran medida de la confianza en el equipo y su visión, este tipo de distinciones (…) son una gran marca de confianza” .

Esta afirmación debe ser analizada en el contexto de los obstáculos sistémicos que enfrenta la economía argentina.

Según el informe 2024 del Observatorio de la Industria de Videojuegos, la inestabilidad económica, la dificultad para realizar cobros y pagos internacionales, y la elevada carga fiscal son los principales escollos para el sector.

Estos factores constituyen importantes señales de alerta para cualquier fondo de inversión extranjero que evalúe una oportunidad en el país.

Aquí es donde la Marca País despliega su poder estratégico. Funciona como un aval oficial del Estado, un certificado de calidad, seriedad y relevancia cultural.

Para un fondo de Venture Capital en Norteamérica o Europa, el sello actúa como una poderosa señal de mitigación de riesgo.

Sugiere que la empresa ha sido auditada y reconocida por el propio gobierno, que es un actor reputado y que está alineado con los intereses nacionales. Este respaldo institucional proporciona una capa de confianza que una startup, por sí sola, difícilmente podría proyectar.

En esencia, el Estado presta su credibilidad a una empresa privada para compensar los riesgos país percibidos por el mercado global. No se trata de un subsidio directo, sino de un capital simbólico que puede ser decisivo para desbloquear el capital financiero.

Un Ecosistema de Prestigio: ¿Quiénes Más Llevan el Sello?

Al recibir la licencia, Whiteboard Games ingresa a un selecto ecosistema de empresas y personalidades que representan la excelencia argentina en diversos campos. Entre los licenciatarios se encuentran marcas consolidadas de industrias tradicionales como Bodegas Zuccardi, un referente mundial en vitivinicultura, y Porta Hnos., productora del icónico Fernet 1882.

También figuran instituciones como la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias (AAMF), que representa a un sector pujante de la economía.

La inclusión de un estudio de videojuegos en esta “constelación” de campeones nacionales tiene una implicancia estratégica profunda. Eleva el estatus de la industria del entretenimiento digital, posicionándola simbólicamente a la par de sectores exportadores históricamente más reconocidos como el agroindustrial o el vitivinícola.

Para Whiteboard Games, esta asociación refuerza su credibilidad y le confiere un prestigio por extensión. Ya no es solo una desarrolladora de videojuegos; es un embajador oficial del talento argentino, miembro de un club exclusivo que comparte un compromiso con la calidad y la identidad nacional. Este posicionamiento es invaluable para las negociaciones internacionales, el marketing y la atracción de talento.

Radiografía de una Industria en Ebullición: El Ecosistema Gamer “Made in Argentina”

El reconocimiento a Whiteboard Games no ocurre en el vacío. Es el reflejo de una industria vibrante, compleja y en plena expansión.

Para dimensionar la importancia del sello Marca País, es crucial realizar una radiografía del ecosistema de videojuegos argentino, un sector que, a pesar de operar en un entorno macroeconómico desafiante, ha demostrado ser un motor de innovación, exportación y talento.

Los datos revelan una industria de contrastes: ágil y creativa, pero también fragmentada y vulnerable.

Cifras y Proyecciones: El Peso Económico del Gaming Argentino

El informe más reciente del Observatorio de la Industria Argentina de Videojuegos, una iniciativa conjunta de la Asociación de Desarrolladores de Videojuegos de Argentina (ADVA) y la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf), ofrece una instantánea detallada del sector con datos correspondientes al año 2023. Las cifras pintan un cuadro claro de una industria dinámica y con una marcada vocación exportadora.

El tamaño estimado de la industria alcanzó los 95 millones de dólares, sostenido por una fuerza laboral de aproximadamente 1,686 profesionales activos.

Un dato revelador es la estructura del sector: está dominado por empresas de tamaño micro (42.11%, con hasta 7 empleados) y pequeño (40.35%, entre 8 y 35 empleados), lo que evidencia un ecosistema de estudios ágiles e independientes.

En cuanto a las plataformas de desarrollo, el foco principal está en PC/Mac/Linux, seguido de cerca por los dispositivos móviles, lo que indica una estrategia diversificada para alcanzar diferentes segmentos del mercado global.

La orientación internacional es, quizás, la característica más definitoria. El principal mercado de destino para la venta de videojuegos (B2C) es, de manera abrumadora, Estados Unidos y Canadá, que concentra el 64.71% de las ventas.

El mercado doméstico argentino representa solo el 17.65%. Esta dependencia del mercado norteamericano explica la importancia estratégica de obtener validaciones internacionales, como los premios obtenidos por

I See Red o, precisamente, el sello Marca País.

Métrica Valor (Datos de 2023)
Tamaño Estimado de la Industria USD 95,049,600
Cantidad de Profesionales Activos 1,686
Principal Mercado de Exportación (B2C) EEUU y Canadá (64.71%)
Porcentaje de Mujeres en la Industria 20.72%
Plataforma de Desarrollo Principal PC/Mac/Linux

Tabla 1: Industria Argentina de Videojuegos – Métricas Clave (2023-2024). Fuente: Informe 2024, Observatorio de la Industria Argentina de Videojuegos (UNRaf/ADVA).

El Doble Filo del Contexto Argentino: Resiliencia vs. Precariedad

La industria argentina de videojuegos opera bajo una tensión constante que define tanto sus mayores fortalezas como sus más grandes debilidades.

Por un lado, el contexto económico adverso ha forjado un talento con una capacidad de resiliencia y eficiencia notables.

La frase de Luciano Musella sobre “trabajar con recursos limitados (en términos internacionales) sin perder calidad” es un testimonio de esta realidad .

Los desarrolladores argentinos han aprendido a optimizar procesos, a ser creativos con presupuestos ajustados y a entregar productos de alto valor con una inversión comparativamente menor, una cualidad muy atractiva para publishers e inversores internacionales.

Sin embargo, este es un doble filo. Las mismas presiones económicas que fomentan la ingeniosidad también amenazan la sostenibilidad del sector. Los principales obstáculos identificados por los propios estudios son la inestabilidad económica, las dificultades con los pagos internacionales y la elevada carga impositiva.

Estos factores no solo dificultan la planificación a largo plazo, sino que también generan un riesgo constante de fuga de cerebros (brain drain), ya que los profesionales más calificados pueden ser tentados por ofertas de empresas extranjeras que pagan en moneda fuerte y ofrecen mayor estabilidad.

En este escenario, la estructura de la industria, compuesta mayoritariamente por pequeños estudios, la vuelve paradójicamente ágil y vulnerable. Su naturaleza descentralizada permite una rápida adaptación, pero la falta de grandes empresas “ancla” que puedan absorber y retener talento a gran escala la hace susceptible a los shocks económicos y a la pérdida de sus recursos humanos más valiosos.

La Constelación de Éxitos: Más Allá de Whiteboard Games

El éxito de Whiteboard Games no es una anomalía, sino la punta de lanza de una ola de talento argentino que ha logrado un impacto significativo a nivel global. Es fundamental destacar otros casos de éxito para demostrar que existe un patrón de excelencia y no un simple golpe de suerte.

Marca País Argentina

Títulos como Forager, desarrollado por Mariano Caballero, ha vendido cientos de miles de copias y ostenta una abrumadora mayoría de reseñas positivas en Steam.

MADiSON, un juego de terror psicológico de Alexis Di Stefano, se convirtió en un fenómeno viral y es uno de los videojuegos argentinos más reconocidos de los últimos años.

Otros ejemplos notables incluyen Storyteller, un innovador juego de puzles narrativos que ha recibido elogios por su originalidad, y Per Aspera, un ambicioso juego de estrategia y simulación de terraformación de Marte.

La existencia de esta constelación de éxitos comerciales y de crítica es vital para el argumento general. Prueba que la industria argentina posee una capacidad sostenida para producir entretenimiento interactivo de clase mundial.

Esto refuerza la idea de que todo el ecosistema, y no solo un estudio en particular, es merecedor de la atención y la inversión internacional.

El logro de Whiteboard Games, por tanto, no debe verse como la historia de una sola empresa, sino como el capítulo más reciente en la crónica del ascenso de toda una industria.

La Fusión Cultural – Cuando el Videojuego Narra la Identidad Nacional

La verdadera diferenciación y la ventaja competitiva más sostenible para la industria argentina de videojuegos podría no residir únicamente en su destreza técnica o en su eficiencia de costos, sino en un activo mucho más profundo y único: su capacidad para exportar cultura.

La distinción Marca País otorgada a Whiteboard Games es el reconocimiento oficial de esta idea. El futuro del sector parece estar cada vez más ligado a la habilidad de sus creadores para transformar el rico acervo cultural, histórico y folklórico de Argentina en propiedad intelectual original y globalmente atractiva.

La Búsqueda Filosófica de la “Argentinidad” en el Código

El discurso de los líderes de Whiteboard Games revela una aproximación sofisticada y reflexiva a la cuestión de la identidad cultural. Luciano Musella plantea preguntas que van al núcleo del desafío creativo:

“¿Basta con incluir un mate, un mazo de truco, símbolos patrios, personajes o lugares argentinos? O aún más complejo: ¿Qué sería una ‘trama argentina’?” .

Esta interrogante trasciende la simple representación superficial de íconos nacionales. Sugiere una búsqueda por capturar aspectos más abstractos y universales del “ser argentino”: la calidez, la expresividad, la resiliencia y una particular forma de ingenio para sortear obstáculos.

Esta visión implica que la “argentinidad” puede ser un elemento subyacente, una capa de sentido que impregne la narrativa, las mecánicas de juego o el diseño de personajes, incluso en un título de ciencia ficción futurista .

Esta perspectiva es crucial porque se aleja de los estereotipos con los que a menudo se representa a Latinoamérica en producciones extranjeras, que tienden a reducir la complejidad cultural a clichés de violencia, exotismo o primitivismo.

Al proponer una exploración más profunda de su propia identidad, los desarrolladores argentinos no solo crean productos más auténticos, sino que también generan una propiedad intelectual mucho más rica y original.

Es notable que el propio Musella mencione que “en más de una ocasión los propios inversores nos han pedido explorar lo argentino”, lo que indica que el mercado global no solo está abierto, sino ávido de nuevas narrativas y universos culturales .

Del Folklore a la Historia: La Nueva Ola de Contenidos Culturales

La búsqueda de identidad de Whiteboard Games no es un fenómeno aislado. Se enmarca en un movimiento emergente y vibrante dentro de la comunidad de desarrolladores argentinos que han comenzado a ver la historia y el folklore del país como una fuente inagotable de material para la creación de videojuegos.

Esta tendencia está generando una nueva ola de contenidos que ofrecen al mundo historias y estéticas radicalmente diferentes a las que dominan el mercado.

En el ámbito del folklore, han surgido proyectos de gran repercusión como Pomberito, un juego de terror basado en la leyenda guaraní del Pombero, que busca sumergir al jugador en el ambiente rural del noreste argentino. Otro ejemplo es

Gauchos Inmortales, un título de acción que enfrenta a la icónica figura del gaucho contra criaturas del imaginario popular como el Lobizón, la Luz Mala y el Gauchito Gil.

En el plano histórico, proyectos como Crónicas de los Libertadores buscan recrear las batallas por la independencia sudamericana, poniendo en valor a próceres y eventos fundacionales de la nación. Incluso un tema tan sensible como la Guerra de Malvinas ha sido abordado en títulos como

Malvinas: La Última Carta, que busca mantener viva la memoria histórica a través del medio interactivo. Este giro hacia lo local no es un acto de ensimismamiento, sino una estrategia competitiva inteligente.

Al desarrollar juegos profundamente arraigados en su propia cultura, los estudios argentinos se alejan de la competencia en géneros genéricos y crean una nueva categoría de productos donde ellos son los expertos mundiales, construyendo una “ventaja de origen” difícil de replicar.

El Desafío de la Inversión y el Futuro del Sello Argentino

La culminación de esta estrategia cultural depende de un factor clave: el acceso a la financiación.

A pesar del talento y la creatividad, la industria enfrenta una brecha de financiamiento, siendo este uno de los principales obstáculos para su crecimiento. Si bien existen programas de apoyo gubernamental como “Potenciar Industria del Videojuego”, que ofrecen Aportes No Reembolsables , la escala de la industria requiere la atracción masiva de capital privado.

Aquí es donde todos los hilos de este análisis convergen.

La emergencia de fondos de Venture Capital enfocados en Latinoamérica, como Gamino.vc, Canary, Newtopia VC y Norte Ventures, representa una oportunidad histórica.

La misión declarada de Gamino.vc, por ejemplo, es “fomentar el ecosistema de gaming latinoamericano para que se convierta en el próximo centro global de gaming”.

Para estos fondos, un estudio como Whiteboard Games se presenta como una tesis de inversión ideal. No solo posee la validación técnica de un producto exitoso y una metodología de trabajo profesional, sino que ahora cuenta con la Marca País, un certificado gubernamental de su compromiso cultural y su relevancia estratégica.

El sello, por lo tanto, funciona como la llave que puede abrir estas puertas de inversión.

Valida el potencial de crear Propiedad Intelectual única y defendible que buscan los inversores. Ayuda a los estudios argentinos a destacar en un entorno de financiamiento competitivo, transformando su herencia cultural en un activo económico tangible y demostrando al mercado global que la identidad argentina no es solo un relato, sino una oportunidad de negocio.

El Próximo Nivel – De la Identidad Local a la Relevancia Global

La distinción Marca País otorgada a Whiteboard Games es un evento emblemático que debe ser interpretado en toda su profundidad estratégica. Lejos de ser un mero reconocimiento ceremonial, cristaliza la confluencia de varias tendencias que están definiendo el futuro de la economía del conocimiento en Argentina.

Este sello encapsula el viaje de un estudio particular desde sus orígenes académicos hasta convertirse en un competidor de talla mundial, simboliza el valor de la identidad nacional como un activo en un mercado de alto riesgo y alta recompensa, y, fundamentalmente, subraya la madurez colectiva de toda una industria.

El análisis demuestra que Whiteboard Games representa un arquetipo de la evolución deseada para el sector: una transición del talento en bruto a una empresa profesionalmente gestionada, con ambiciones globales y una estrategia clara.

A su vez, la Marca País funciona como una herramienta de política de Estado que aborda directamente las vulnerabilidades del contexto argentino, ofreciendo un aval de confianza que puede resultar decisivo para atraer el capital privado necesario para escalar.

Este logro se enmarca en un ecosistema de videojuegos “Made in Argentina” que, a pesar de la precariedad económica, ha producido una constelación de éxitos internacionales y está experimentando una fascinante vuelta hacia sus raíces culturales.

La creciente tendencia de desarrollar videojuegos basados en la historia y el folklore nacional no es una simple expresión artística, sino una sofisticada estrategia económica para crear propiedad intelectual única y defendible, un factor clave de diferenciación en el mercado global.

En última instancia, el sello Marca País no es un punto de llegada, sino un catalizador. No es un premio final, sino una herramienta de empoderamiento. Otorga a Whiteboard Games y, por extensión, a toda la industria argentina de videojuegos, una legitimidad reforzada para apalancar su identidad cultural como su principal activo competitivo en el escenario mundial.

El desafío ahora es convertir este invaluable capital simbólico en éxito tangible y sostenido. La tarea pendiente es utilizar esta nueva visibilidad para atraer las inversiones que permitirán retener talento, escalar la producción y transformar una colección de prometedores estudios independientes en una fuerza económica y cultural cohesiva y de relevancia global.

La industria argentina de videojuegos ha demostrado que tiene el talento y la resiliencia. Ahora, con el respaldo de su propia identidad, está lista para pasar al siguiente nivel.

 

Por Marcelo Lozano – General Publisher IT CONNECT LATAM
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