IA en 2025 y el efecto Blockbuster

IA en 2025: eficaz o amenaza? Claves para Latinoamérica

IA en 2025: ¿La Protagonista de tu Éxito o tu Mayor Amenaza?

 

El Fantasma de Blockbuster en la Era de la IA

IA en 2025 y el efecto Blockbuster
IA en 2025 y el efecto Blockbuster

Corría el año 2000. En las oficinas centrales de Blockbuster en Dallas, el aire olía a éxito y a plástico de videocasetes. La compañía era un coloso indiscutible, un imperio global con casi 9,000 tiendas y 90,000 empleados que dominaba el entretenimiento en el hogar.

En ese escenario de confianza inquebrantable, dos emprendedores de una modesta startup llamada Netflix, Reed Hastings y Marc Randolph, llegaron para presentar una propuesta que sonaba, en el mejor de los casos, excéntrica.

Su idea era una alianza estratégica: Blockbuster, con su imponente presencia física, promovería la marca Netflix en sus tiendas, mientras que la pequeña startup se encargaría de gestionar un novedoso servicio de alquiler de DVD por correo.

La reunión alcanzó su punto culminante cuando Hastings, quizás sintiendo la frialdad en la sala, puso una última carta sobre la mesa: Blockbuster podía adquirir Netflix en ese mismo momento por apenas 50 millones de dólares. Marc Randolph, en sus memorias, describe la reacción del entonces CEO de Blockbuster, John Antioco.

No fue una carcajada abierta y despectiva, sino algo mucho más revelador: un gesto casi imperceptible, una lucha interna por contener la risa ante una oferta que consideraba ridícula.

Ese gesto diminuto, esa arrogancia silenciosa, no fue solo el rechazo a un buen negocio; fue la sentencia de muerte de un imperio.

Antioco y su equipo no lograron ver que el futuro no se trataba de optimizar el alquiler de cintas en tiendas físicas, sino de algo mucho más profundo: la conveniencia del cliente, la eliminación de fricciones y, sobre todo, el poder de los datos para entender y anticipar el comportamiento del consumidor.

El error fatal de Blockbuster no fue subestimar a Netflix, sino subestimar la velocidad y la brutalidad del cambio tecnológico.

Su modelo de negocio, que dependía en gran medida de las impopulares multas por devoluciones tardías, fue desmantelado por un competidor que usó la tecnología no solo para entregar un producto diferente (DVDs por correo y luego streaming), sino para construir un modelo de negocio fundamentalmente superior, centrado en la experiencia del cliente a través de una suscripción sin penalizaciones.

La lección es clara y atemporal: la verdadera disrupción no es la tecnología en sí misma, sino el nuevo modelo de valor que esta habilita.

Hoy, un cuarto de siglo después, esa misma escena se repite en innumerables salas de juntas a lo largo de América Latina, aunque el protagonista ha cambiado.

La Inteligencia Artificial (IA) ha llegado para ocupar el lugar de aquel DVD por correo, presentándose como una fuerza transformadora con el poder de redefinir industrias enteras.

La pregunta que todo líder empresarial en la región debe hacerse es dolorosamente simple: ¿Cuántos de nosotros estamos, en este preciso momento, conteniendo una risa similar a la de Antioco ante la magnitud de la disrupción que se avecina?

La historia de Blockbuster no es una anécdota del pasado; es el fantasma que acecha en el presente, una advertencia contundente de que la disrupción tecnológica no negocia, no espera y no perdona la inacción.

El Precipicio Digital: Adaptarse o Desaparecer en el Ecosistema Latinoamericano

IA en 2025 y el efecto Blockbuster
IA en 2025 y el efecto Blockbuster

El dilema para las empresas de la región ya no es si deben adoptar la Inteligencia Artificial, sino cuán rápido pueden hacerlo de manera efectiva para sobrevivir.

La advertencia es cruda: se estima que el 72% de las compañías que no integren la IA en sus operaciones corren un alto riesgo de quiebra o de ser absorbidas por competidores más ágiles en los próximos años. Esta no es una hipérbole alarmista, sino una proyección basada en la dinámica observada en anteriores olas de disrupción tecnológica. Los datos de consultoras globales refuerzan esta urgencia.

Un análisis de McKinsey revela que, de la vasta mayoría de las transformaciones digitales que fracasan, solo se materializa un tercio de los beneficios de ingresos esperados, dejando a las empresas en una posición de vulnerabilidad. Aún más preocupante es el hallazgo de que el 17% de los grandes proyectos de TI que fracasan llegan a amenazar la propia existencia de la compañía.

En este contexto, América Latina presenta una peligrosa paradoja. A primera vista, las cifras de adopción son impresionantes.

Más del 85% de las empresas de la región afirman utilizar IA en al menos uno de sus procesos, y un 86% ya está invirtiendo o explorando activamente la IA Generativa. Estos números sugieren un ecosistema vibrante y en plena transformación.

Sin embargo, una mirada más profunda revela una realidad mucho más precaria. Según un informe presentado en el Loymark Future Ready Summit 2025, menos del 1% de estas empresas lo hace de manera efectiva, es decir, integrando la IA de forma estratégica en el núcleo de su negocio.

Esta brecha abismal entre “usar IA” y “ser una organización inteligente” es el verdadero precipicio digital para las empresas latinoamericanas.

Como advierte Alberto Garnier, coautor del informe, “la verdadera ventaja competitiva estará en construir organizaciones inteligentes, y no en coleccionar pilotos aislados“.

La diferencia es fundamental. “Usar IA” a menudo se traduce en la implementación de herramientas aisladas y tácticas, como un chatbot en el sitio web o un software de análisis de datos en el departamento de marketing, muchas veces motivadas por la presión del mercado o la “moda tecnológica”. Estas iniciativas, aunque potencialmente útiles, no transforman la organización.

“Ser una organización inteligente”, en cambio, implica una reinvención cultural y estratégica.

Requiere, como señala el especialista en big data Johan Loría, una base sólida de “datos confiables, procesos coordinados y una gobernanza sólida para escalar con confianza”.

No se trata de tener los algoritmos más sofisticados, sino de construir una infraestructura de datos y una cultura organizacional que permitan tomar decisiones más rápidas, precisas y predictivas en todos los niveles de la empresa.

El mayor peligro para los líderes de la región no es, por tanto, la no adopción, sino la “mal-adopción“. Invertir en proyectos de IA sin una estrategia clara, sin datos de calidad y sin el talento adecuado es un camino directo al fracaso.

Este enfoque no solo desperdicia recursos financieros y tiempo valioso, sino que genera una falsa sensación de seguridad y un profundo escepticismo interno.

Cuando estos proyectos piloto inevitablemente fracasan en demostrar un retorno de inversión tangible, la conclusión errónea suele ser que “la IA no funciona para nuestro negocio“.

Esta mentalidad es infinitamente más peligrosa que la de un rezagado consciente, porque cierra la puerta a futuros intentos y deja a la empresa fatalmente expuesta, creyendo que ya ha hecho su incursión en el futuro cuando, en realidad, solo ha financiado su propio estancamiento.

El Doble Filo de la Inteligencia Artificial: Ciberseguridad en la Cuerda Floja

La misma Inteligencia Artificial que promete revolucionar la productividad y la innovación se ha convertido en el arma más potente en el arsenal de los ciberdelincuentes.

La era de los ataques masivos y genéricos ha terminado; hoy, la IA permite una ofensiva criminal personalizada, sofisticada y alarmantemente convincente.

Esta nueva realidad presenta un desafío existencial para la seguridad corporativa, transformándola de una función de TI a una prioridad estratégica ineludible para la alta dirección.

La Ofensiva Criminal Potenciada por IA en 2025

Los métodos de ataque se han vuelto quirúrgicos. El phishing, por ejemplo, ya no consiste en correos electrónicos mal redactados con errores evidentes.

Los criminales ahora utilizan algoritmos de IA para rastrear las redes sociales y la huella digital de sus objetivos, recopilando información sobre sus roles, relaciones profesionales e incluso su estilo de escritura.

Con estos datos, generan correos electrónicos de phishing hiperpersonalizados o mensajes de voz clonados (vishing) que imitan a la perfección a un superior o a un colega, solicitando transferencias urgentes o credenciales de acceso con una verosimilitud escalofriante.

Sin embargo, la amenaza más cinemática y peligrosa es el auge de los deepfakes en el fraude corporativo. Lo que antes era material de ciencia ficción es hoy una cruda realidad.

Un caso que debería encender todas las alarmas ocurrió a principios de 2024, cuando un empleado de la sucursal de Hong Kong de una multinacional de ingeniería fue engañado para transferir 25 millones de dólares a estafadores. El ataque no fue un simple correo electrónico.

Los criminales orquestaron una videoconferencia en la que participaron varias personas que el empleado creía que eran el Director Financiero (CFO) de la compañía y otros altos ejecutivos. En realidad, todos eran deepfakes, recreaciones digitales ultrarrealistas generadas por IA a partir de videos públicos de los ejecutivos encontrados en plataformas como YouTube.

El empleado, al ver y escuchar a quienes creía que eran sus superiores, obedeció las instrucciones sin dudar. Este incidente demuestra que la superficie de ataque se ha desplazado del perímetro de la red a la identidad y la confianza humana. La tecnología ya no solo busca vulnerar un firewall, sino manipular la percepción de la realidad de los empleados clave.

La Defensiva Inteligente: Combatir Fuego con Fuego

Frente a una amenaza que aprende y se adapta, una defensa basada exclusivamente en reglas estáticas y supervisión humana es anacrónica e ineficaz. La única respuesta viable es combatir la IA con más y mejor IA.

Las defensas modernas deben ser proactivas, predictivas y automatizadas, capaces de identificar y neutralizar amenazas a una velocidad y escala que ningún equipo humano podría alcanzar.

La primera línea de esta defensa inteligente es la detección automatizada de amenazas.

Los sistemas de seguridad impulsados por IA pueden analizar miles de millones de eventos en la red en tiempo real —desde inicios de sesión hasta transferencias de archivos y tráfico de datos— para identificar patrones anómalos que serían invisibles para un analista humano.

Una de las aplicaciones más poderosas de esta capacidad es el Análisis de Comportamiento de Usuarios y Entidades (UEBA).

En lugar de depender de firmas de virus conocidas, un sistema UEBA utiliza el aprendizaje automático para establecer una línea base del comportamiento “normal” para cada usuario, dispositivo y servidor en la red.

Aprende que el director de finanzas suele acceder a los servidores contables desde la oficina entre las 9 a.m. y las 6 p.m., o que un servidor específico normalmente solo se comunica con otros servidores dentro del mismo centro de datos.

Cuando se detecta una desviación de esta norma —por ejemplo, si la cuenta del director financiero intenta descargar grandes volúmenes de datos a las 3 a.m. desde una dirección IP desconocida en otro país—, el sistema lo marca instantáneamente como una anomalía de alto riesgo.

Dependiendo de su configuración, puede generar una alerta inmediata, solicitar una verificación de identidad adicional o incluso bloquear automáticamente la cuenta para contener una posible brecha antes de que cause daño.

Este enfoque dinámico y contextual es la base del nuevo paradigma de ciberseguridad: la arquitectura de Confianza Cero (Zero Trust). El modelo de seguridad tradicional, a menudo descrito como un “castillo con foso”, asumía que todo lo que estaba dentro del perímetro de la red era confiable.

El modelo Zero Trust parte de la premisa opuesta: “nunca confiar, siempre verificar“. Cada solicitud de acceso, sin importar de dónde provenga (dentro o fuera de la red), debe ser autenticada, autorizada y cifrada.

La IA es el motor que hace posible esta verificación continua, analizando el contexto de cada solicitud (identidad del usuario, salud del dispositivo, ubicación, datos solicitados) para tomar decisiones de acceso en tiempo real.

En la era de los deepfakes y los ataques a la identidad, asumir que una solicitud es legítima solo porque proviene de la red interna es una apuesta que ninguna empresa puede permitirse.

El Manual de Supervivencia para el Líder de 2025: Pasos Accionables Hoy

La transición hacia una empresa impulsada por la IA no es una cuestión de tecnología, sino de liderazgo. La pasividad o la delegación total de esta responsabilidad al departamento de TI es una abdicación estratégica con consecuencias potencialmente fatales.

Para los líderes de América Latina, el desafío es triple: invertir con una visión clara, transformar el talento interno y fortificar la organización contra una nueva generación de amenazas.

A continuación, se presenta un manual de acción estructurado en tres pilares fundamentales.

Pilar 1: Invertir con Inteligencia, no con Pánico

La adopción de la IA no debe ser una reacción impulsiva a la presión del mercado, sino una decisión de inversión estratégica y mesurada. Afortunadamente, el caso de negocio es cada vez más sólido.

Investigaciones de Microsoft e IDC demuestran que, en promedio, por cada dólar que una empresa invierte en IA, obtiene un retorno de 3.5 veces esa inversión.

Además, el período de recuperación de dicha inversión es notablemente corto, promediando apenas 14 meses. Estos datos transforman la IA de un centro de costos especulativo a un motor de crecimiento con un ROI demostrable.

Sin embargo, para materializar este retorno, la inversión tecnológica debe ir acompañada de una transformación cultural. La base de una organización inteligente es una cultura basada en datos, y esta debe ser impulsada desde la cima.

El liderazgo debe predicar con el ejemplo, exigiendo que las decisiones estratégicas se fundamenten en evidencia y análisis, no solo en la intuición o la experiencia pasada.

Esto implica democratizar el acceso a los datos, proporcionando a los equipos las herramientas y la capacitación para que puedan explorar, cuestionar y extraer valor de la información por sí mismos.

Fomentar una mentalidad de curiosidad y escepticismo saludable, donde las hipótesis se validan con datos, es una responsabilidad directa del C-suite.

Pilar 2: El Talento como Fortaleza: La Revolución del Upskilling

La barrera más significativa para la implementación exitosa de la IA en América Latina no es el capital ni la tecnología, sino la escasez de talento.

Un estudio de IBM revela que el 32% de las empresas de la región identifica la falta de habilidades y experiencia en IA como su principal obstáculo.

A nivel global, la cifra es aún más alta, con un 52% de las organizaciones citando la falta de trabajadores cualificados como su mayor impedimento.

Esperar a contratar talento externo en un mercado tan competitivo es una estrategia perdedora. La solución más sostenible y efectiva es invertir en el desarrollo del talento interno a través de programas de upskilling (mejora de habilidades) y reskilling (readaptación profesional).

Un plan de acción efectivo para la capacitación del personal debe seguir un enfoque estructurado :

  1. Analizar y Priorizar: El primer paso es realizar un diagnóstico para identificar las brechas de habilidades más críticas que impiden la ejecución de la estrategia de negocio. No se trata de enseñar a todos a programar, sino de determinar qué competencias (desde la alfabetización básica en datos hasta la especialización en machine learning) generarán el mayor impacto.
  2. Diseñar Programas Personalizados: La capacitación no puede ser un enfoque único para todos. Utilizando las propias herramientas de IA, las empresas pueden crear rutas de aprendizaje personalizadas que se adapten al rol, nivel de habilidad y ritmo de cada empleado, combinando fundamentos de IA con aplicaciones específicas para su área de trabajo.
  3. Comprometer e Incentivar: Para garantizar la adopción y el éxito, los programas de capacitación deben estar explícitamente vinculados a las oportunidades de desarrollo profesional, los planes de carrera y los sistemas de incentivos. Cuando los empleados ven un camino claro desde la adquisición de nuevas habilidades hasta el crecimiento dentro de la empresa, el compromiso se dispara.

Pilar 3: Fortificar el Castillo Digital: Hacia una Cultura de “Confianza Cero”

En un entorno donde la identidad es el nuevo perímetro de seguridad, las defensas deben ser reconstruidas desde cero con una nueva filosofía.

  • Implementar la Arquitectura Zero Trust: Es imperativo abandonar el obsoleto modelo de seguridad de “castillo y foso”. La organización debe migrar hacia una arquitectura de Zero Trust que, por defecto, no confía en ninguna solicitud de acceso, interna o externa. Cada intento de conexión a una aplicación o dato debe ser verificado rigurosamente, aplicando principios como la microsegmentación de la red y el acceso con el mínimo privilegio posible para limitar el radio de acción de un posible atacante.21
  • Adoptar la Autenticación Biométrica: Como respuesta directa a la amenaza de los deepfakes y el robo de credenciales, la implementación de sistemas de autenticación biométrica es una medida de protección fundamental. Métodos como el reconocimiento facial, el análisis de la voz o la huella dactilar son inherentemente más seguros que las contraseñas, ya que verifican “quién eres” en lugar de “qué sabes”.16 Es crucial que estas soluciones incorporen tecnología de “prueba de vida” (liveness detection), que puede distinguir entre una persona real y una imagen estática o un video pregrabado, neutralizando así los intentos de suplantación más básicos.33

Para facilitar la implementación de estas medidas, la siguiente hoja de ruta sintetiza las acciones clave para el liderazgo.

Hoja de Ruta Estratégica para la Adopción de IA en 2025

Pilar EstratégicoAcción Clave para el LiderazgoRazón de Ser (El “Porqué”)Tecnologías y Metodologías de Apoyo
Cultura y EstrategiaLiderar personalmente la transición a una cultura basada en datos.La tecnología sin cultura es un gasto. El liderazgo visible es el principal motor del cambio cultural.26Plataformas de Business Intelligence (Tableau, Power BI), OKRs basados en datos, foros de comunicación interna.
Capital HumanoLanzar un programa formal de upskilling y reskilling en IA y habilidades analíticas.La falta de talento es la principal barrera para el éxito de la IA.22 La inversión en personas asegura el ROI de la tecnología.Plataformas de aprendizaje en línea (LMS), análisis de brechas de habilidades con IA 30, programas de mentoría.
Resiliencia y SeguridadMigrar la arquitectura de seguridad a un modelo Zero Trust.Los ataques de IA se dirigen a la identidad, no al perímetro. Zero Trust verifica cada interacción, mitigando el riesgo de deepfakes y phishing.20Arquitectura Zero Trust Network Access (ZTNA), Autenticación Multifactor (MFA), Autenticación Biométrica 33, UEBA.18
Inversión y ROIExigir un caso de negocio claro para cada iniciativa de IA, enfocado en KPIs de negocio.Evita la “mal-adopción” y asegura que las inversiones generen valor tangible (ROI promedio de 3.5x).22Análisis de ROI, pruebas de concepto (PoC) con métricas definidas, plataformas de MLOps para monitorear rendimiento.

La Conversación Apenas Comienza

La historia de Blockbuster y Netflix es más que una fábula empresarial; es una ley de la física de los negocios en la era digital. En los puntos de inflexión tecnológicos, no existe un término medio seguro.

La inacción, la acción tardía o la acción a medias conducen, inexorablemente, al mismo destino: la irrelevancia.

IA en 2025
IA en 2025

La Inteligencia Artificial en 2025 no es una herramienta opcional ni una tendencia pasajera. Es el nuevo sistema operativo sobre el que se construirán los negocios del futuro, el ecosistema donde las empresas competirán, prosperarán o se extinguirán.

La elección para los líderes de América Latina es binaria y urgente. O se convierten en arquitectos proactivos de la transformación de sus organizaciones, invirtiendo en talento, cultura y seguridad con la misma seriedad con la que gestionan su capital, o se arriesgan a convertirse en meros espectadores de su propio declive.

Como afirma el emprendedor y visionario tecnológico chileno Gabriel Gurovich, “la innovación hace rato… se transformó en algo tan necesario como llevar la contabilidad”.

Ya no es un lujo, es un requisito higiénico para la supervivencia.

La transformación ya está aquí. La pregunta que cada líder debe responder no es si la IA impactará su industria, sino cómo su empresa responderá a ese impacto.

¿Será la protagonista de una nueva era de crecimiento y éxito, o se convertirá en un recuerdo, una nota a pie de página en la historia de la próxima gran disrupción?

La conversación apenas comienza.

La transformación ya está aquí. ¿Su empresa será la protagonista o el recuerdo? 

 

Por Marcelo Lozano – General Publisher IT CONNECT LATAM
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