Trump Desencadena una Guerra de Ofertas Titánica con Microsoft a la Cabeza Mientras la Soberanía Digital y la Hegemonía Tecnológica Global Están en Juego con TikTok
El presidente Trump anuncia negociaciones de Microsoft por TikTok, catapultando la aplicación al centro de una feroz batalla por la adquisición, donde la seguridad nacional, la influencia algorítmica y las ambiciones tecnológicas se entrelazan en un drama global de proporciones épicas.

La saga de TikTok en Estados Unidos, un culebrón tecnológico y geopolítico que ha mantenido en vilo a observadores en todo el mundo, experimenta un nuevo y dramático clímax.
En un anuncio que reverberó desde los centros de poder de Silicon Valley hasta los pasillos del Capitolio en Washington D.C., el expresidente Donald Trump proclamó públicamente que Microsoft, el gigante tecnológico icónico fundado por Bill Gates, ha reanudado formalmente las conversaciones para la adquisición de TikTok.
Pero la declaración de Trump trascendió la mera confirmación de negociaciones; desencadenó la expectativa palpable de una inminente “guerra de ofertas” por TikTok.
Sugiriendo que una constelación de titanes tecnológicos y financieros podrían unirse a la contienda por el control de esta plataforma que se ha erigido como un fenómeno cultural sin precedentes y un crucial campo de batalla en la nueva guerra fría tecnológica.
Este anuncio marca un nuevo y trascendental capítulo en la intrincada y turbulenta historia de TikTok en suelo estadounidense.
Desde su ascenso meteórico a la cúspide de las redes sociales, TikTok, propiedad de la firma china ByteDance, ha permanecido en el epicentro de un debate global candente y multifacético sobre seguridad nacional.
La protección de la privacidad de datos personales, la creciente influencia y el alcance de las empresas tecnológicas originarias de China en el ecosistema digital global, y la compleja intersección entre tecnología, geopolítica y soberanía digital en el siglo XXI.
Las declaraciones de Trump no solo resucitan con vigor la posibilidad de una venta forzosa de TikTok, sino que también reintroducen a Microsoft, un protagonista central en los intentos previos de adquisición en 2020, en el mismísimo epicentro de esta saga que, a todas luces, se resiste a llegar a su resolución definitiva.
Desarrollo Detallado y Extendido con Contexto Histórico Profundo, Análisis Geopolítico, Implicaciones Económicas y Tecnológicas, y Nuevas Perspectivas:
El Telón de Fondo Histórico y el Laberinto Regulatorio: TikTok Bajo el Microscopio de Washington y la Sombra de la Guerra Fría Tecnológica
Para aprehender la verdadera dimensión y complejidad de este nuevo giro en la narrativa de TikTok, es imperativo desentrañar el intrincado telón de fondo histórico y el laberinto regulatorio que han confinado a esta aplicación en una posición tan precaria y vulnerable.
El auge meteórico de TikTok en el mercado estadounidense fue tan fulgurante como disruptivo, desafiando todas las predicciones y reconfigurando el panorama de las redes sociales.
En un lapso temporal asombrosamente breve, TikTok se metamorfoseó en un fenómeno cultural de masas, cautivando a más de 170 millones de usuarios ávidos de contenido dinámico, creativo y efímero, redefiniendo los patrones de consumo de información y entretenimiento de toda una generación.
No obstante, este éxito arrollador, lejos de pasar inadvertido, alertó a las alarmas en los círculos de poder del gobierno estadounidense, que pronto comenzaron a expresar preocupaciones crecientes y cada vez más vehementes en materia de seguridad nacional, invocando riesgos potenciales para la privacidad de los ciudadanos y la integridad de la infraestructura digital del país.
El núcleo central del conflicto, el punto de fricción que ha desencadenado esta crisis, reside en la estructura de propiedad de TikTok, controlada por la empresa china ByteDance.
Funcionarios de alto rango del gobierno de Estados Unidos han manifestado en reiteradas ocasiones su profunda inquietud y temor de que el gobierno de la República Popular China pueda ejercer presión indebida sobre ByteDance.
Obligándola a ceder información confidencial y sensible de los usuarios estadounidenses, a manipular los algoritmos de recomendación de contenido para difundir propaganda o desinformación, o incluso a utilizar la plataforma como un instrumento para llevar a cabo operaciones de influencia encubiertas y ciberespionaje a gran escala.

Estas aprehensiones y suspicacias no son exclusivas de TikTok; se inscriben en un contexto más amplio y preocupante de creciente desconfianza en Occidente con respecto al poderío y la influencia cada vez mayores de las empresas tecnológicas originarias de China y su potencial vinculación, real o percibida, con el aparato estatal y el Partido Comunista Chino.
Especialmente a la luz de la legislación china que otorga al gobierno amplias prerrogativas para exigir la cooperación de las empresas en asuntos considerados de seguridad nacional.
Una cláusula que ha exacerbado la desconfianza y la paranoia en Washington y otras capitales occidentales, alimentando el temor a una “puerta trasera” digital que Pekín podría utilizar para acceder a datos sensibles y ejercer influencia indebida.
Este clima de desconfianza se inscribe en el marco de una creciente “guerra fría tecnológica” entre Estados Unidos y China, donde la hegemonía en sectores tecnológicos clave como la inteligencia artificial, el 5G, los semiconductores y las plataformas digitales se ha convertido en un campo de batalla crucial para la supremacía global en el siglo XXI.
Durante su primer mandato presidencial, Donald Trump se erigió como el principal adalid y promotor de la presión sobre TikTok, adoptando una postura confrontacional y decidida.
En el año 2020, en el punto álgido de las tensiones geopolíticas y comerciales con China, Trump emitió una orden ejecutiva de gran alcance y resonancia mediática que buscaba forzar a ByteDance a desinvertir y vender la versión estadounidense de TikTok a una empresa con sede y control en Estados Unidos.
invocando de manera explícita y categórica preocupaciones de seguridad nacional como la justificación primordial y el fundamento legal de esta medida sin precedentes.
Microsoft, un gigante tecnológico con sede en Redmond y una reputación consolidada en el mercado estadounidense, emergió casi de inmediato como uno de los postores más prominentes y mejor posicionados en ese momento, y las negociaciones, aunque intrincadas y plagadas de obstáculos, parecían avanzar hacia la consecución de un acuerdo que pudiera satisfacer las exigencias del gobierno estadounidense y preservar la continuidad operativa de TikTok en el mercado estadounidense.
El Intento Fallido de 2020: Más Allá de lo “Extraño” – Dinámicas Geopolíticas Volátiles, Transiciones de Administración y Complejidades Técnicas Insalvables
En el transcurso del verano de 2020, la posibilidad de que Microsoft concretara la adquisición de TikTok parecía no solo plausible y factible, sino incluso inminente y virtualmente inevitable. Se especulaba con cifras astronómicas de miles de millones de dólares, se debatían complejas reestructuraciones corporativas y se vislumbraba un futuro en el que TikTok operaría bajo el paraguas de una empresa estadounidense, supuestamente mitigando y disipando las preocupaciones de seguridad que Washington había planteado con tanta vehemencia. Sin embargo, para asombro e incredulidad de la industria tecnológica en su conjunto y de los observadores políticos más perspicaces, las negociaciones se desmoronaron de manera abrupta, inesperada y, para muchos, inexplicada, dejando un vacío de incertidumbre y especulación.
El propio CEO de Microsoft, Satya Nadella, un ejecutivo reconocido por su prudencia y mesura, describió públicamente la experiencia como “lo más extraño en lo que he trabajado”, una declaración lacónica pero elocuente que reflejaba la perplejidad y la frustración que había generado el fracaso de las negociaciones.
En declaraciones posteriores, Nadella insinuó que el gobierno de Estados Unidos había establecido “un conjunto particular de requisitos” para la venta, requisitos que, de manera misteriosa y sin una justificación clara, simplemente “desaparecieron”, evaporándose en el aire sin dejar rastro ni explicación coherente.
Este final repentino y sin resolver dejó tras de sí un reguero de preguntas sin respuesta y sembró serias dudas sobre la coherencia estratégica y la solidez de la política del gobierno estadounidense en relación con TikTok, y quizás, de manera más general, con la estrategia tecnológica adoptada hacia China en el contexto de la creciente rivalidad geopolítica.
Más allá de la descripción de Nadella como “extraño”, el fracaso de las negociaciones de 2020 probablemente se debió a una compleja confluencia de factores interrelacionados y difíciles de discernir en su totalidad.
Las dinámicas geopolíticas entre Estados Unidos y China se encontraban en un estado de flujo constante y volátil, y las presiones internas dentro de la propia administración Trump, marcada por divisiones y luchas de poder, podrían haber influido de manera decisiva en la dirección y el desenlace de las negociaciones.
Adicionalmente, la complejidad técnica y legal inherente a la tarea de separar TikTok de su infraestructura tecnológica global y de la matriz ByteDance, así como la intrincada valoración económica de la aplicación en un mercado tan dinámico e incierto, podrían haber presentado obstáculos insuperables en el plazo temporal previsto, socavando la viabilidad del acuerdo y conduciendo finalmente a su colapso.
Con la llegada de la administración Biden a la Casa Blanca en enero de 2021, la presión pública y mediática sobre TikTok pareció disminuir de manera perceptible, al menos en la superficie.
La orden ejecutiva de Trump, que había sido el catalizador de la crisis, quedó sin efecto y, durante un período de tiempo relativamente breve, pareció que la tormenta había amainado y que se había alcanzado una tregua tácita.
Sin embargo, las preocupaciones de seguridad nacional que habían estado en el centro del debate nunca desaparecieron por completo.
En lugar de disiparse, se mantuvieron latentes, hibernando en segundo plano, mientras varios legisladores influyentes y agencias gubernamentales especializadas continuaban vigilando de cerca las operaciones de TikTok en Estados Unidos, aunque adoptando un perfil público más discreto y menos estridente.
La administración Biden, en contraste con el enfoque unilateral y confrontacional de su predecesor, adoptó una estrategia más matizada y multilateral hacia la política tecnológica con China, buscando construir alianzas internacionales y abordar las preocupaciones de seguridad de manera coordinada, pero la desconfianza subyacente hacia TikTok y otras empresas chinas con acceso a datos de usuarios estadounidenses persistió, alimentando la incertidumbre sobre el futuro a largo plazo de estas plataformas en el mercado occidental.
El Regreso de Trump al Escenario TikTok: Motivaciones Políticas Multifacéticas y Oportunidad Estratégica en la Era de la Polarización
El anuncio inesperado de Trump sobre las renovadas conversaciones entre Microsoft y TikTok marca un resurgimiento inconfundible y espectacular de la saga, devolviendo la aplicación al centro de la atención mediática y política.
Aunque Trump ya no ostenta el poder de la presidencia, su voz continúa ejerciendo un peso considerable en el debate público estadounidense, especialmente dentro de las filas del Partido Republicano y en el influyente ecosistema mediático conservador.
Su decisión de pronunciarse públicamente sobre las negociaciones de TikTok sugiere que este tema sigue siendo una prioridad para él personalmente y para un sector significativo del espectro político estadounidense, que ve en TikTok un símbolo de la creciente influencia china y una potencial amenaza para la seguridad nacional.
Existen diversas motivaciones plausibles y multifacéticas detrás del regreso de Trump al epicentro del debate sobre TikTok.
Desde una perspectiva puramente política, revivir la controversia de TikTok podría servir a Trump para reafirmar su postura de línea dura y confrontación frente a China, un tema que resuena con fuerza entre una parte significativa de su base de votantes y que le permite diferenciarse de sus rivales políticos.
También podría ser interpretado como una maniobra para criticar de manera implícita la política de la administración Biden hacia China, presentándola como menos firme, menos efectiva o incluso complaciente con el régimen de Pekín.
Desde una perspectiva estratégica, Trump podría percibir una oportunidad para influir en el resultado de las negociaciones en curso, quizás favoreciendo un desenlace que considere más beneficioso para la seguridad nacional de Estados Unidos o, incluso, para sus propios intereses políticos y su agenda personal.
Es crucial destacar que la declaración de Trump se produce en un momento particularmente sensible, poco después de que una ley, fruto del consenso bipartidista en el Congreso y con respaldo de ambos partidos mayoritarios, que requería imperativamente que ByteDance vendiera TikTok o enfrentara una prohibición efectiva y virtualmente total en el mercado estadounidense, entrara en vigor de manera fugaz y simbólica el 19 de enero.
Trump, apenas un día después de asumir nuevamente el cargo el 20 de enero, firmó una orden ejecutiva con el objetivo de retrasar la aplicación de esta ley por un período de 75 días, otorgando un respiro temporal a TikTok pero manteniendo viva la amenaza de una prohibición inminente.
Este cronograma temporal sugiere que existe una presión legislativa y regulatoria subyacente, impulsada por el Congreso y por diversas agencias gubernamentales, que está ejerciendo una influencia considerable en la actual ronda de negociaciones, acelerando los contactos entre las partes interesadas y creando un incentivo poderoso para que ByteDance considere seriamente la opción de una venta como una vía para evitar una prohibición que podría resultar devastadora para su negocio y su futuro en uno de sus mercados más lucrativos y estratégicos a nivel global.
¿Por Qué Microsoft Persiste en su Intento? Más Allá de la Oportunidad de Mercado: Ambición Estratégica, Diversificación de Ingresos y Defensa Activa de la Soberanía Digital
La pregunta que surge de manera inevitable es: ¿por qué Microsoft, tras la experiencia traumática y frustrante del fiasco de 2020, volvería a mostrar interés en adquirir TikTok, arriesgándose a sumergirse nuevamente en este complejo, volátil y controvertido asunto? ¿Qué elementos han cambiado en la ecuación para que el gigante tecnológico de Redmond, liderado por Satya Nadella, esté dispuesto a invertir tiempo, recursos y capital político en una nueva ofensiva para hacerse con el control de TikTok? Diversas razones interconectadas podrían explicar este renovado interés estratégico, trascendiendo la mera y evidente oportunidad de mercado que representa TikTok:
Oportunidad de Mercado Irresistible y Transformadora:
A pesar de las controversias, el escrutinio regulatorio constante y la sombra amenazante de la prohibición, TikTok sigue siendo una plataforma de redes sociales increíblemente popular, influyente culturalmente y, sobre todo, excepcionalmente valiosa desde una perspectiva económica.
La adquisición de TikTok representaría para Microsoft una entrada instantánea, masiva y transformadora en el competitivo mercado de las redes sociales de consumo, un área donde la empresa históricamente ha tenido dificultades para establecer una presencia dominante y rentable, a pesar de sus múltiples intentos fallidos en el pasado.
TikTok aportaría a Microsoft una base de usuarios gigantesca y altamente comprometida, demográficamente atractiva y con un gran poder adquisitivo, así como una plataforma publicitaria de rápido crecimiento, con un potencial significativo para generar ingresos multimillonarios y expandir de manera exponencial el alcance y la influencia digital de Microsoft en el ecosistema de internet.
Diversificación Estratégica del Modelo de Negocio y Crecimiento Sostenible a Largo Plazo:
Microsoft se encuentra en una posición financiera extraordinariamente sólida y boyante, impulsada por el éxito arrollador de su negocio de computación en la nube (Azure), que se ha convertido en un pilar fundamental de su rentabilidad, y su omnipresente suite de productividad (Microsoft 365), que domina el mercado de software empresarial y personal. La empresa, consciente de la necesidad de diversificar sus fuentes de ingresos y asegurar su crecimiento sostenible a largo plazo en un mercado tecnológico en constante evolución, busca de manera proactiva nuevas vías de expansión y diversificación para mantener su relevancia y liderazgo en el cambiante panorama digital del siglo XXI.
La adquisición de TikTok podría ser interpretada como una inversión estratégica de largo plazo en un sector en auge y con un futuro prometedor, el de las redes sociales, el entretenimiento digital, la economía de los creadores de contenido y el comercio electrónico social. TikTok no solo aportaría millones de usuarios activos, sino también una valiosa propiedad intelectual en forma de algoritmos de recomendación de contenido altamente sofisticados, una comprensión profunda de las tendencias culturales digitales y una plataforma tecnológica robusta y escalable.
Sinergias Tecnológicas Profundas y Potencial Exponencial de Innovación:
Microsoft posee una amplia y diversificada gama de tecnologías, servicios y productos que podrían complementar, potenciar y enriquecer de manera sustancial la plataforma TikTok, creando un ecosistema digital sinérgico y con un potencial de innovación exponencial.
Desde la infraestructura robusta y escalable de la nube de Azure hasta las capacidades avanzadas en inteligencia artificial, aprendizaje automático, procesamiento del lenguaje natural, realidad aumentada, realidad virtual y herramientas de productividad, existen sinergias tecnológicas profundas y evidentes que podrían ser exploradas y explotadas para mejorar la experiencia del usuario de TikTok, optimizar su rendimiento técnico, personalizar la creación y el consumo de contenido, fortalecer las defensas contra la desinformación y el contenido dañino, e incluso crear nuevas y disruptivas oportunidades de negocio en áreas como el metaverso, el comercio social y el entretenimiento interactivo.
Por ejemplo, la integración de las avanzadas capacidades de inteligencia artificial de Microsoft podría mejorar significativamente los algoritmos de recomendación de contenido de TikTok, haciendo que la plataforma sea aún más adictiva y personalizada, facilitar la creación de contenido generado por IA, y fortalecer las medidas de seguridad para detectar y eliminar contenido inapropiado o perjudicial.
Mitigación Estratégica de Riesgos Regulatorios y Defensa Proactiva de la Soberanía Digital en Occidente:
Para Microsoft, adquirir TikTok podría representar una jugada estratégica inteligente para mitigar los riesgos regulatorios y políticos asociados con la propiedad china de la plataforma, y para alinear de manera más efectiva TikTok con los valores, normas y estándares de privacidad y seguridad occidentales.
Si TikTok opera bajo la propiedad y el control de una empresa estadounidense como Microsoft, las preocupaciones de seguridad nacional planteadas por el gobierno de Estados Unidos y otros países occidentales podrían disminuir sustancialmente, allanando el camino para una operación más fluida y una expansión más ambiciosa de TikTok no solo en Estados Unidos, sino también en otros mercados occidentales donde la desconfianza hacia las empresas tecnológicas chinas está en constante aumento.
Además, la adquisición de TikTok por parte de una empresa estadounidense podría ser interpretada como un acto de “defensa digital” proactiva, protegiendo una plataforma de comunicación digital de alcance global y con un gran poder de influencia de la injerencia de un competidor geopolítico como China, y reafirmando el liderazgo tecnológico y la soberanía digital de Occidente en un mundo cada vez más multipolar y competitivo.
La “Guerra de Ofertas” Inminente y el Mosaico de Contendientes Potenciales: Más Allá de los Sospechosos Habituales y las Propuestas Disruptivas
La sugerencia de Trump sobre la inminente “guerra de ofertas” por TikTok añade una capa adicional de incertidumbre, intriga y complejidad a la situación, abriendo un abanico de posibilidades y escenarios antes impensables.
Si bien Microsoft ha sido públicamente identificado como un actor clave y un postor potencial, es altamente probable que otros gigantes tecnológicos con músculo financiero y ambiciones globales, así como poderosos fondos de inversión con ingentes cantidades de capital disponible, también estén evaluando de manera sigilosa y activa la posibilidad de adquirir TikTok, o al menos partes estratégicas de su negocio.
El valor estratégico intrínseco y el potencial de mercado a largo plazo de TikTok son demasiado grandes y atractivos como para que otros actores relevantes en el ecosistema tecnológico y financiero global permanezcan al margen, observando pasivamente el desarrollo de los acontecimientos. Algunos nombres que han surgido en los corrillos de Wall Street o que podrían surgir en las próximas semanas como contendientes creíbles y con capacidad financiera para competir con Microsoft incluyen:
Oracle: El Retorno del Socio Tecnológico y la Continuidad Estratégica:
Oracle, la empresa de software empresarial fundada por Larry Ellison, que también estuvo involucrada en las negociaciones de 2020 y llegó a ser considerada como un socio tecnológico viable para TikTok, podría resurgir como un postor serio y con una propuesta convincente.
La empresa, con una vasta experiencia en el manejo de grandes volúmenes de datos, la gestión de infraestructuras tecnológicas complejas y la seguridad de la información, áreas que son absolutamente críticas para el funcionamiento eficiente y seguro de una plataforma como TikTok, podría tener una ventaja competitiva en la contienda. Además, la relación previa y la familiaridad de Oracle con TikTok, adquirida durante las negociaciones anteriores, podrían darle una ventaja en términos de conocimiento profundo de la plataforma, comprensión de los requisitos regulatorios y capacidad para presentar una oferta rápida y bien estructurada.
Alphabet (Google): El Gigante de la Búsqueda y el Vídeo en la Lucha por la Hegemonía en Redes Sociales:
Alphabet, la empresa matriz de Google y YouTube, ya es un actor dominante y omnipresente en el espacio de las redes sociales, el vídeo online y la publicidad digital. Sin embargo, la adquisición de TikTok podría representar para Google una oportunidad única e irrepetible para fortalecer aún más su posición de liderazgo en el mercado de videos cortos y redes sociales, y para competir de manera más efectiva y directa con plataformas rivales como Instagram y Facebook en este segmento de mercado de rápido crecimiento y gran potencial económico.
No obstante, la adquisición de TikTok por parte de Google probablemente enfrentaría un escrutinio antimonopolio extremadamente intenso y prolongado por parte de las autoridades reguladoras de Estados Unidos y Europa, dadas las preocupaciones existentes sobre el poder de mercado ya considerable de Google en la publicidad digital, las búsquedas online, los sistemas operativos móviles y otros mercados tecnológicos clave.
Meta (Facebook): ¿Un Movimiento Audaz y Arriesgado Bajo la Lupa Antimonopolio y la Crítica Pública?

Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram, WhatsApp y otras plataformas digitales, también podría estar secretamente interesado en adquirir TikTok, aunque esta posibilidad parece menos probable debido a las restricciones regulatorias y al escrutinio público al que ya está sometida la empresa de Mark Zuckerberg.
La adquisición de TikTok por parte de Meta le daría un control casi sin precedentes y potencialmente monopolístico sobre el panorama global de las redes sociales, concentrando en una sola empresa el poder de influir en la comunicación, la información y el entretenimiento de miles de millones de usuarios en todo el mundo.
Una adquisición de esta magnitud por parte de Meta probablemente enfrentaría un escrutinio antimonopolio aún más severo y prolongado que el de Google, dada su ya considerable y polémica posición dominante en el mercado de las redes sociales y la publicidad online, y es poco probable que los reguladores antimonopolio de Estados Unidos, Europa y otros países relevantes permitieran una fusión de tal envergadura sin imponer condiciones extremadamente restrictivas, o incluso vetando directamente la operación.
Fondos de Inversión Globales: El Poder Descomunal del Capital Privado en la Era Digital:
Varios fondos de inversión de gran envergadura, con miles de millones de dólares en capital disponible y una sed insaciable de rentabilidad, podrían unirse a la contienda por TikTok, ya sea de manera individual o formando consorcios con empresas tecnológicas o con otros fondos de inversión.
Estos fondos, con una visión a largo plazo y una tolerancia al riesgo relativamente alta, podrían ver en TikTok un activo valioso con un potencial de crecimiento significativo a largo plazo, especialmente si se logra mitigar de manera efectiva las preocupaciones regulatorias y de seguridad nacional que pesan sobre la plataforma. La participación activa de fondos de inversión en la puja por TikTok podría complicar aún más la estructura de propiedad de la empresa resultante de la adquisición y el proceso de toma de decisiones estratégicas, introduciendo nuevos actores y dinámicas en la ecuación.
Perplexity AI: La Propuesta Disruptiva con Participación Gubernamental y un Enfoque Innovador:
La propuesta inesperada y disruptiva de Perplexity AI, una startup emergente especializada en inteligencia artificial conversacional, de fusionarse con TikTok, con la peculiar y controvertida condición de que el gobierno de Estados Unidos obtenga hasta la mitad del capital accionario de la nueva empresa resultante de la fusión, representa un desarrollo fascinante y sin precedentes.
La idea de que el gobierno estadounidense se convierta en un accionista significativo y con poder de decisión en una plataforma de redes sociales tan influyente y popular podría ser vista como una forma radical e innovadora de abordar las preocupaciones de seguridad nacional y de garantizar un mayor control público y transparencia sobre la plataforma. Sin embargo, la viabilidad legal, la estructura corporativa, el atractivo para los inversores privados y el apoyo político necesario para llevar a cabo una propuesta tan audaz y poco convencional aún están por verse y requerirán un análisis jurídico, financiero y político detallado y exhaustivo.
Elon Musk: El Comodín Impredecible y la Visión Transgresora del Magnate Tecnológico:
Trump mencionó de manera explícita y sorpresiva la posibilidad de que Elon Musk, el visionario y excéntrico CEO de Tesla, SpaceX y ahora X (antes Twitter), comprara TikTok, añadiendo un elemento de imprevisibilidad y espectáculo a la saga.
Musk, conocido por su historial de adquisiciones audaces, a menudo poco convencionales y con un alto componente de riesgo, podría estar genuinamente interesado en TikTok, aunque no ha realizado comentarios públicos directos al respecto ni ha confirmado su interés.
La visión de Musk para TikTok, si decidiera finalmente entrar en la contienda y hacerse con el control de la plataforma, sería probablemente muy diferente a la de Microsoft, Google o cualquier otro postor convencional.
Por Marcelo Lozano – General Publisher IT CONNECT LATAM
Lea más de Liderazgo de TI
Tablero Geopolítico de la Tecnología: Trump define un futuro claro para el siglo 21
LL Shiu, CEO de ASRock encara 1 intenso viaje a la Argentina
Narcisismo en la Tecnología del siglo 21: Análisis a Fondo
CEO 2024: Un Retrato de Narcisismo Corporativo
VMware se va de la Región en 2023, y acelera la Emergencia del Paradigma Open Source

