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Gemini 3: El Manifiesto del Nuevo Orden Cognitivo

Gemini 3 mata al chatbot e inaugura la Era Agéntica. Deep Think y Antigravity redefinen el negocio IT en Latam. Analizamos el impacto real.

La Noche en que Cambiaron los Mapas

Gemini 3
Gemini 3

Eran las 03:45 de la madrugada en Buenos Aires. La humedad del Río de la Plata se siente pesada y pegajosa en el aire, pero en las oficinas de sistemas de las principales corporaciones de la región —desde los rascacielos de cristal en Santa Fe, México, hasta las torres financieras de Santiago de Chile y los centros de operaciones en Puerto Madero—, el clima es seco, frío y absolutamente eléctrico.

Mientras la ciudad duerme ajena a lo que ocurre en la nube, el tablero de ajedrez de la economía global acaba de sufrir un movimiento sísmico que dejará obsoletos los planes estratégicos diseñados minuciosamente durante la última década.

No estoy exagerando, y ustedes, lectores de IT Connect que me siguen hace años, saben que no suelo regalar adjetivos ni caer en el hype fácil de las gacetillas de prensa.

Llevo más de 40 años cubriendo este sector desde la trinchera. He visto nacer y morir “revoluciones” que prometían cambiar el mundo cada martes por la mañana.

Vi a las dotcom explotar como burbujas de jabón en el año 2000, llevándose consigo millones de dólares en valor especulativo. Vi a la nube pasar de ser una herejía de seguridad que ningún banco se atrevía a tocar, a convertirse en el estándar inevitable sin el cual hoy no operamos.

Vi al Blockchain prometer la democratización absoluta de las finanzas y quedarse, en muchos casos, atrapado en la volatilidad de un casino digital.

Pero lo que Google DeepMind acaba de activar con el despliegue global de Gemini 3 Pro no pertenece a ninguna de esas categorías anteriores.

No es simplemente una herramienta más que se agrega al menú desplegable de su proveedor de nube. No es una plataforma nueva para migrar servidores o ahorrar costos de almacenamiento.

Es un cambio de fase en la materia prima más valiosa, escasa y estratégica de nuestra civilización: la inteligencia aplicada.

Hasta ayer a las 23:59, vivíamos en la “Era Probabilística”.

Usábamos Modelos de Lenguaje Grande (LLMs) que eran, en esencia, prestidigitadores estadísticos de altísimo nivel.

Autocompletaban frases basándose en matemáticas complejas, predecían el siguiente token con una elegancia inusitada, pero carecían de una comprensión fundamental de la realidad operativa.

Eran, como bien definieron los críticos más ácidos y lúcidos durante todo el 2024, “loros estocásticos”. Brillantes, rápidos, elocuentes, pero loros al fin, incapaces de distinguir la verdad de la mentira verosímil.

Hoy, al amanecer, hemos entrado oficialmente en la Era del Razonamiento Agéntico.

El despliegue de Gemini 3 Pro marca el fin de la “inocencia digital” para los directores de tecnología, los gerentes de innovación y los CEOs de América Latina. La máquina ya no solo repite, resume o traduce; la máquina piensa.

Y utiliza ese pensamiento para planificar, orquestar y ejecutar acciones en el mundo real sin la necesidad de una supervisión humana constante y paternalista.

Para el CIO latinoamericano, esto plantea una disyuntiva brutal, urgente y existencial: o rediseñas tu organización alrededor de esta nueva gravedad cognitiva hoy mismo, o te preparas para gestionar la irrelevancia de tu empresa en los próximos veinticuatro meses.

Deep Think: La Muerte de la Alucinación Corporativa

Para entender la magnitud real del salto cuántico que estamos presenciando, hay que dejar de lado los folletos de marketing y mirar bajo el capó de esta nueva arquitectura.

La gran crítica a la Inteligencia Artificial Generativa siempre fue su propensión a la “alucinación”. Un modelo podía escribir un poema de Jorge Luis Borges perfecto, emulando métrica, estilo y obsesiones metafísicas, pero en el mismo párrafo podía inventar un fallo de la Corte Suprema Argentina, citando leyes derogadas con una seguridad pasmosa.

Esa falta de fiabilidad operativa relegó a la IA, durante todo el 2024, a tareas periféricas: actuar como “copiloto”, generar textos de marketing, resumir reuniones o dar soporte de primer nivel.

Los CIOs prudentes la mantuvieron alejada de los procesos de misión crítica como el Core Bancario, la Salud o el control de Infraestructura Crítica. El riesgo reputacional y legal era simplemente demasiado alto.

Gemini 3 introduce lo que Google ha denominado, con total acierto, “Deep Think”.

Basado en la arquitectura cognitiva de “Sistema 2” —haciendo referencia explícita a la teoría del pensamiento lento, deliberativo y lógico de Daniel Kahneman—, este nuevo paradigma rompe la inmediatez de la respuesta.

Cuando le planteas un problema de alta complejidad a Gemini 3, el modelo no responde al instante. No busca complacerte con velocidad. El cursor parpadea en un estado de “Razonamiento Activo”. La máquina se toma su tiempo.

Durante esos segundos vitales —que pueden ser diez, treinta o sesenta—, el modelo está ejecutando una cadena de pensamiento invisible (Hidden Chain of Thought) que emula el proceso deductivo de un experto humano.

Desglosa el problema en premisas lógicas fundamentales. Consulta su inmensa base de conocimientos y navega la web en tiempo real para verificar hechos duros y datos actualizados. Simula múltiples respuestas posibles y las confronta entre sí en un debate interno.

Critica sus propias hipótesis: si detecta una falacia lógica, un sesgo cognitivo evidente o una contradicción normativa en su borrador mental, descarta esa rama de pensamiento y empieza de nuevo. Solo cuando ha validado internamente la coherencia y la solidez de su argumento, sintetiza la solución final y la presenta al usuario.

Para probar esto más allá de la teoría, sometí al modelo a una “prueba de tortura” local y específica, diseñada para hacerlo fallar.

Gemini 3
Gemini 3

Le presenté un conflicto real, actual y espinoso entre una normativa reciente de la AFIP sobre exportación de servicios del conocimiento y una regulación del Banco Central de la República Argentina (BCRA) referente a la liquidación de divisas en el mercado libre de cambios.

Es un escenario gris, lleno de matices interpretativos, que suele requerir la intervención de estudios jurídicos de primer nivel y semanas de análisis comparativo.

La IA de generación anterior hubiera generado un resumen tibio de ambas normas, quizás con algún error de fechas, o hubiese declarado su incompetencia. Gemini 3 Pro hizo algo que me heló la sangre: Diagnosticó el conflicto.

Su respuesta no fue descriptiva, fue prescriptiva y auditable: “Existe una colisión normativa en el Artículo 3 de la Resolución X al contrastarse con la Comunicación ‘A’ del BCRA.

Si bien la norma impositiva sugiere X, basándonos en la jurisprudencia administrativa reciente de septiembre de 2025 y los fallos de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, prevalece el criterio cambiario para evitar el riesgo penal.

La estrategia de cumplimiento sugerida para su empresa, minimizando la exposición a sanciones, es la siguiente…”.

Señores, esto cambia las reglas del juego para el sector Fintech, Insurtech y LegalTech de América Latina.

Pasamos de tener un asistente que resume textos a tener un consultor junior avanzado que audita riesgos legales y operativos las 24 horas del día. La barrera de entrada para la automatización de decisiones complejas ha caído definitivamente.

Ya no es una cuestión de si la IA puede hacerlo; es una cuestión de si nos atrevemos a dejarla hacerlo.

Antigravity: El Jaque Mate a la “Software Factory” Latinoamericana

Si el análisis legal te inquietó, lo que sucede en el terreno del código debería quitarte el sueño, especialmente si tu negocio o tu carrera dependen de la exportación de horas de desarrollo al exterior.

América Latina, y Argentina en particular, construyó en los últimos quince años una industria del conocimiento formidable, admirada globalmente, basada en la calidad técnica y la creatividad de sus desarrolladores. Somos una gran fábrica de software para el mundo. Vendemos talento que escribe código limpio, eficiente y a un costo competitivo.

Google Antigravity, el entorno de desarrollo nativo integrado en Gemini 3, es un misil dirigido a la línea de flotación de ese modelo de negocio tradicional.

Antigravity no es un autocompletar glorificado como lo que hemos usado hasta ahora. No es un plugin que te sugiere cerrar un paréntesis o importar una librería estándar. Es un Agente de Ingeniería de Software Autónomo con capacidad de planificación, ejecución, prueba y despliegue de punta a punta.

Para validarlo, decidí ser cruel. Le di acceso a un repositorio privado con una aplicación de gestión de stock escrita en PHP 5.6 —un desastre de código legado de 2016, lleno de parches—, sin documentación alguna, con comentarios en “spanglish”, variables mal nombradas y vulnerabilidades críticas de inyección SQL.

Mi instrucción fue deliberadamente vaga y gerencial, como la que daría un CEO no técnico en un pasillo: “Moderniza esto. Quiero que corra en Google Cloud Run, usando Python y FastAPI, con una base de datos PostgreSQL, y quiero que sea seguro. Hazlo ahora”.

Me levanté de la silla a prepararme un café, esperando encontrar un desastre o una solicitud de aclaración al volver. Cuando regresé, dieciocho minutos después, Antigravity no solo había escrito el código.

El agente había entendido la lógica de negocio subyacente, deduciendo, al leer el “código spaghetti”, que existían reglas específicas para descuentos mayoristas que no estaban documentadas en ningún manual.

  • Refactorización: Reescribió la lógica completa en Python moderno, tipado y modular.

  • Seguridad: Implementó autenticación OAuth 2.0 y saneó todas las consultas a la base de datos, eliminando las vulnerabilidades.

  • DevOps: Generó los archivos de Docker, los scripts de Terraform para la infraestructura y configuró el pipeline de CI/CD.

  • Self-Healing (Auto-sanación): Esto es lo más impactante. Revisando los logs, vi que durante el proceso el agente intentó usar una librería que dio error de compatibilidad. El agente leyó el error, “pensó”, buscó una alternativa, corrigió su propio código y volvió a compilar. Todo sin intervención humana.

¿Significa esto que los programadores van a desaparecer mañana? No. Pero el programador “traductor” —el que simplemente traduce requisitos funcionales a sintaxis de lenguaje— ha muerto hoy. Su valor económico tiende a cero en un mercado donde la oferta de sintaxis es infinita y gratuita.

Necesitamos reconvertir urgentemente nuestra fuerza laboral y nuestros planes educativos. Dejemos de enseñar sintaxis básica en los bootcamps como si fuera el fin último.

Empecemos a enseñar Arquitectura de Sistemas, Lógica de Negocio, Epistemología y Ética de Datos. El profesional del 2026 no escribirá código línea por línea; orquestará agentes. Será un supervisor de una cuadrilla de IAs que pican piedra digital a una velocidad sobrehumana. Quien entienda el negocio, reinará. Quien solo sepa Java, será reemplazado.

La Verdad Sintética y la Creatividad Infinita

Detrás del nombre interno —casi ridículo y ciertamente poco corporativo— de “Nano Banana”, se esconde la capacidad multimodal más avanzada de la historia de la computación. La integración de imagen y video (con el motor Veo 3) en el mismo flujo de razonamiento del modelo de texto es total, fluida y nativa.

Hasta ayer, la generación de video con IA tenía un problema que los expertos llamaban “física onírica”: las manos se derretían, los objetos cambiaban de forma al moverse, las sombras no coincidían con la fuente de luz. Veo 3 ha resuelto la consistencia temporal y espacial. Entiende la física de la luz, la gravedad, la inercia y la persistencia de los objetos.

Para la industria creativa de la región —agencias de publicidad, productoras de cine, estudios de diseño y videojuegos—, esto representa la democratización definitiva y brutal de los medios de producción audiovisual.

Una PYME de calzado en Córdoba, Medellín o Guadalajara que quiera lanzar una campaña global ya no necesita un presupuesto de cincuenta mil dólares para locaciones, actores, viajes y rodaje.

Con Gemini 3, describe la escena, sube fotos de su producto y el modelo genera un video en 4K, con actores sintéticos indistinguibles de la realidad caminando por las calles de París, Tokio o Nueva York, con la iluminación perfecta del atardecer.

Pero esto abre la puerta oscura de la Verdad Sintética. Vivimos en una región donde la confianza institucional es baja y la desinformación es moneda corriente. Si no podemos distinguir un video real de uno generado por Gemini, ¿qué pasa con la identidad digital? ¿Qué pasa con el Onboarding bancario remoto que usa reconocimiento facial?

¿Qué pasa con las noticias falsas en un año electoral?

Los CISOs (Oficiales de Seguridad de la Información) de Latam tienen una tarea titánica y urgente por delante: implementar sistemas de “Marca de Agua Digital” obligatoria y criptografía de origen para certificar la procedencia humana del contenido.

En el futuro cercano, la realidad ya no será lo que ves con tus ojos; será únicamente lo que puedas firmar y verificar criptográficamente. La “Prueba de Humanidad” será el activo más valioso.

Geopolítica, Energía y la Brecha del Sur

Aquí es donde desde “IT Connect” debemos poner la lupa geopolítica, esa mirada que a menudo falta en los análisis importados del norte. Todo esto suena maravilloso en Silicon Valley, donde la energía es barata, estable y la latencia es prácticamente cero. Pero, ¿qué pasa en el Sur Global?

¿Qué pasa en nuestra realidad de infraestructura desigual?

Gemini 3 Pro es un monstruo devorador de energía. El proceso de “Deep Think”, ese razonamiento profundo y pausado, consume, según estimaciones preliminares, hasta diez veces más energía por consulta que una búsqueda tradicional en Google. Esto nos lleva a una discusión incómoda pero necesaria sobre la infraestructura en América Latina.

Existe una Tiranía de la Latencia. Para que la experiencia de “conversación en tiempo real” con voz y video funcione como promete Google en sus demos, necesitamos redes 5G reales y una capilaridad de fibra óptica que hoy no tenemos en gran parte del territorio.

La brecha digital entre las capitales conectadas (Santiago, Buenos Aires, São Paulo) y el interior profundo, productivo y agrícola, se va a ensanchar dramáticamente.

La IA de primera clase, la que razona y resuelve, será para quienes tengan conectividad de primera clase. El resto quedará relegado a modelos más simples y menos capaces.

Y luego está el elefante en la habitación: la Soberanía de Datos. Para que Gemini 3 sea realmente útil y transformador en tu empresa, tienes que darle contexto. Tienes que dejarlo leer tus correos, tus bases de datos, tus secretos industriales, tus contratos. Google ofrece garantías de privacidad Enterprise sólidas, certificadas bajo normas internacionales, y asegura que no entrena sus modelos públicos con tus datos privados.

Les creo. Pero la dependencia operativa que vamos a generar es total. Si el “cerebro” que toma las decisiones de optimización logística de Vaca Muerta, de la Hidrovía o de la red eléctrica nacional reside en servidores en Iowa o Virginia, ¿dónde queda nuestra soberanía estratégica como naciones? Es imperativo que los gobiernos y las grandes empresas de la región negocien con fuerza la instalación de Zonas de Disponibilidad Locales y desarrollen marcos legales que aseguren que los datos críticos y estratégicos no crucen fronteras innecesariamente, manteniendo el control jurisdiccional local.

Impacto Vertical: La Transformación del PIB Regional

Bajemos del análisis macro a la tierra. ¿Cómo impacta esta tecnología en las industrias que realmente mueven el Producto Interno Bruto de nuestra región? No hablemos de startups de Silicon Valley, hablemos de soja, de petróleo, de bancos y de retail.

1. El Agro Inteligente (AgTech 2.0): Imaginemos un agente Gemini conectado a imágenes satelitales en tiempo real, a sensores de humedad enterrados en el suelo de la Pampa Húmeda y a los feeds de precios futuros de Chicago. El modelo actual te dice “hay probabilidad de lluvia”. El modelo Gemini 3 razona: “Dada la previsión climática de La Niña, el estado fenológico del cultivo y el precio actual de la soja en el mercado de futuros, la estrategia óptima es retrasar la cosecha tres días en el lote 4, pero adelantarla urgentemente en el lote 2 para minimizar el riesgo de granizo. Ya he generado la orden de trabajo para las cosechadoras autónomas y he recalculado la logística de camiones”

Pasamos de la agricultura de precisión (datos) a la agricultura de decisión autónoma (acción).

2. Banca y Fintech: Llega la era de la hiper-personalización real, no la cosmética. Ya no se trata de segmentar clientes por edad o código postal. Gemini 3 puede analizar el historial transaccional completo de un cliente (con su permiso explícito) y actuar como un asesor financiero privado proactivo.

“Juan, noté que este mes gastaste un 15% más en combustible. Te sugiero mover fondos de tu cuenta corriente a este fondo de liquidez inmediata que rinde un 4% más anual, para cubrir el aumento del seguro del auto que vence el mes que viene”. El banco que implemente esto primero, se queda con el mercado de la lealtad y la confianza.

El banco que siga enviando correos genéricos y fríos de “Préstamos Pre-aprobados” a clientes que no los necesitan, está condenado a la irrelevancia y a la desaparición.

3. Energía y Minería: En sectores como Vaca Muerta o la minería de litio en el norte, la eficiencia operativa es todo. Los agentes autónomos pueden monitorear miles de sensores en pozos y plantas de procesamiento, prediciendo fallas mecánicas días antes de que ocurran, no basándose solo en patrones estadísticos, sino “entendiendo” la física de los materiales y las condiciones de operación. La reducción de tiempos muertos (downtime) podría significar ahorros de cientos de millones de dólares al año para la región.

4. Gobierno y Salud Pública: La capacidad de analizar grandes volúmenes de datos no estructurados (historias clínicas en papel digitalizado, audios de consultas, reportes burocráticos) permite predecir brotes epidemiológicos o optimizar el gasto público con una precisión quirúrgica.

Pero aquí el desafío ético es monumental.

¿Queremos que una IA decida la asignación de camas en un hospital público basándose en probabilidades matemáticas de supervivencia? La respuesta requiere un debate sociedad-tecnología profundo, ético y humano que lamentablemente no estamos teniendo con la celeridad necesaria.

El Costo Oculto: FinOps y la Disciplina Económica

Gemini 3
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Una advertencia práctica y directa para mis colegas CIOs y CFOs: Cuidado con la factura a fin de mes. La magia de Gemini 3 tiene un costo computacional tangible.

La ventana de contexto de 2 millones de tokens es una invitación al despilfarro de recursos si no se gestiona bien.

Si permites que tus desarrolladores usen “Deep Think” y el modelo más potente para tareas triviales (como redactar un correo de cumpleaños o resumir una noticia simple), tu presupuesto de nube anual se va a consumir en el primer trimestre.

Es urgente implementar prácticas de AI FinOps.

  • No toda consulta requiere a Gemini 3 Pro. Hay que saber orquestar modelos.

  • Hay que saber cuándo usar Gemini Flash (más rápido, barato y ligero) y cuándo invocar al “cerebro grande” para problemas complejos.

  • Necesitamos desarrollar perfiles de “Prompt Engineers” que sean también “Cost Engineers”. La eficiencia del prompt impacta directamente en el P&L (Ganancias y Pérdidas) de la compañía. La optimización de tokens es la nueva optimización de costos operativos.

Conclusión: El Vértigo y el Propósito Humano

Termino de escribir esta nota y el sol ya empieza a asomar sobre el Río de la Plata, tiñendo de naranja los edificios de la ciudad. La sensación que me queda en el cuerpo, y que seguramente comparten muchos de ustedes al leer sobre estas capacidades casi mágicas, es de un profundo vértigo.

Es el vértigo existencial de ver cómo habilidades que nos costó décadas adquirir —escribir buen código, analizar leyes complejas, diseñar estrategias lógicas, crear arte realista— son replicadas por una máquina en segundos y por centavos de dólar. Es natural sentir miedo. Es natural sentir que el suelo se mueve bajo nuestros pies.

Pero ante este panorama, cabe preguntarse: ¿Qué nos queda a los humanos? Nos queda lo más difícil. Nos queda lo insustituible. Nos queda el Propósito.

Gemini 3 puede decirte cómo optimizar una ruta logística para ser más eficiente, pero no puede decirte por qué es importante socialmente llevar medicamentos a una zona rural aislada aunque no sea rentable. Puede escribir un contrato perfecto y blindado, pero no puede negociar mirando a los ojos a la contraparte, entendiendo el miedo implícito, la duda y construyendo una relación de confianza a largo plazo. Puede diagnosticar una enfermedad con precisión estadística, pero no puede tomar la mano del paciente, ofrecer consuelo y esperanza.

La llegada de la Supremacía Cognitiva Artificial no nos hace obsoletos; nos obliga a ser más humanos que nunca. Nos obliga a dejar de ser procesadores de información —una carrera que ya perdimos contra el silicio— para convertirnos en curadores de sentido, en estrategas de la empatía y en guardianes de la ética.

Para la comunidad de IT Connect Latam, el mensaje final es claro y contundente: No hay refugio posible en la negación o en la nostalgia. Esta ola tecnológica no se puede detener con diques de papel ni con regulaciones anacrónicas. Hay que surfearla. Hay que aprender a usar estos agentes como exoesqueletos de nuestra propia inteligencia, amplificando nuestras capacidades, no reemplazándolas. Hay que auditar, gobernar y dirigir a la máquina con mano firme y visión clara.

El futuro no viene en camino; ya llegó anoche, se instaló silenciosamente en los servidores de Google y está esperando tu primer comando con el cursor parpadeando. La pregunta ya no es qué puede hacer la Inteligencia Artificial por ti. La pregunta que definirá tu carrera y tu empresa es: con este poder infinito en la punta de los dedos, ¿qué vas a ser capaz de construir tú?

La mesa está servida. El desafío está planteado. Buen provecho y buena suerte a todos.

Por Marcelo Lozano | General Publisher, IT Connect Latam

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