
La industria 4.0 nos pide que imaginemos una fábrica en la que podamos cambiar todo en el transcurso de unas horas, excepto el piso, las paredes y el techo.
Flexibilidad absoluta e individualidad: esto es lo que nos depara la fábrica del futuro que será parte fundamental de la industria 4.0.
No obstante, en Argentina nos enfrentamos a ciclos de vida de los productos cada vez más cortos, tamaños de lote más reducidos o diseños de productos individualizados.
Por eso, el futuro de las fábricas se encuentra en una visión más práctica, centrada en mayor flexibilidad en la producción, manteniendo alta calidad y asequibilidad.
A continuación algunos ejemplos de cómo lograrlo:
Logística transparente
A través de la localización por láser y con la ayuda de sensores, la posición y el estado de todos los movimientos de los componentes y materiales de fabricación estarán disponibles en tiempo real en la nube, desde el almacén hasta su destino final, posibilitando dar fechas exactas de entrega y planificaciones de producción muy precisas.
Máquinas conectadas de forma simple
En las fábricas del futuro, las líneas de montaje serán modulares, las máquinas que las componen se moverán y reorganizarán por sí mismas en nuevas líneas para desempeñar otros cometidos.
Se comunicarán de forma inalámbrica entre sí y con otras funciones del proceso, además se alimentarán a través del suelo mediante un sistema de carga inductiva.
Gemelos digitales
Una réplica virtual de toda la fábrica física se podrá utilizar para pruebas y labores de desarrollo.
Seremos capaces de medir la temperatura, la velocidad, la vibración, la presión y demás parámetros del proceso productivo, de la misma forma en que lo hacen los sensores de su equivalente en el mundo real.
Así se podrá poner en marcha una fábrica, o partes de ella, con la configuración correcta y sin sorpresas: el primer producto físico ya será correcto.
De todas formas, puede que esta visión a corto plazo resulte muy lejana sobre todo para los fabricantes más pequeños.
Sin embargo, las preocupaciones más inmediatas de cómo hacer algo mejor y con menos dinero son parte del viaje hacia la fábrica del futuro.
Emprender ahora ese viaje, ayuda a responder interrogantes sobre mejoras de proceso, calidad del producto y rentabilidad.
Paso a Paso en el mundo y en Argentina
La fábrica del futuro no implica una gran transformación remota.
Los fabricantes pueden empezar poco a poco y tener logros rápidos con poco presupuesto.
Todo lo que necesitan son soluciones de automatización, sensores, dispositivos de conexión y un software para gestionar los datos.
Posteriormente, y a medida que vayan avanzando, se podrán incorporar robots:
de transporte autónomos dentro de la planta y se irán dotando de mecanismos de manipulación para que puedan clasificar y entregar piezas al llegar a cada puesto de trabajo o máquina.
Más adelante, también serán capaces de desempeñar tareas de fijación, soldadura e inspecciones visuales.
En un mundo que estará habitado por 10,000 millones de personas, la individualización del producto resultará una gran ventaja diferencial y la fábrica del futuro lo hará posible.
Esperamos de estas nuevas fábricas productos magníficos de gran variedad y flexibilidad, no solo para los fabricantes, sino también para los clientes.
Además, elaborando estos productos con calidad creciente y a un costo inferior
Por Dr. Ing. Felipe Gómez Kempf, Director General de Bosch Rexroth Argentina